Repercusiones de la edad en nuestros dientes

La cavidad bucodental no solamente incluye diente, sino que está formada por otras estructuras que están dentro del sistema estomatognático. Esté es un conjunto de órganos y estructuras las cuales realizan funciones, como la masticación, la fonación o la deglución del bolo alimentario. 

Así pues, en la cavidad oral hay  un conjunto de estructuras que integran la función oral, estas son los dientes, los tejidos blandos como encía y mucosa, los músculos, las glándulas salivales, entre otras más.

Los cambios morfológicos y funcionales que ocurren en la cavidad oral con la edad forman parte del envejecimiento general del organismo. El envejecimiento es un proceso totalmente fisiológico que se produce de forma natural en el organismo humano. 

¿Qué es el envejecimiento?

El envejecimiento es un proceso fisiológico natural del cuerpo humano. Con el paso de los años el aspecto joven de cada persona se va degradando y pierde ciertas propiedades que uno tiene cuando es joven. Esto también afecta en la zona oral, los dientes se van apiñando, el color de los dientes se va oscureciendo, los dientes se van desgastando provocando una disminución de la funcionalidad de la cavidad bucodental y, además, de un envejecimiento de la sonrisa. Es importante destacar que aunque exista el envejecimiento en la cavidad oral, los tejidos bucodentales envejecen de distinta forma y también lo hacen en tiempos diferentes.

La pérdida de dientes antiguamente ha estado el proceso de envejecimiento dental que con más prevalencia ha existido en los pacientes mayores, incluso el edentulismo completo o parcial se ha incluido como un signo dentro del envejecimiento humano. A pesar de todos los avances y las tecnologías que existen en el campo de la salud, la salud bucodental del paciente tiende a ir a peor a medida que se va envejeciendo. 

Las principales causas del edentulismo se centran en las caries, la periodontitis y las extracciones con fines protésicos, encontrándose principalmente en casi la mitad de las personas que tienen más de 65 años de edad.

En la actualidad, hay muchos otros factores y características que pueden reflectar un estado de envejecimiento en la cavidad oral, por lo que es de gran importancia detectarlos a tiempo y poder prevenir o establecer una mejora en todos estos factores. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las patologías crónicas más importantes que afectan a la cavidad bucodental y que tiene más factores de riesgo en común son, principalmente cuatro: las enfermedades respiratorias crónicas, el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. Todas estas enfermedades se favorecen por una mala alimentación, el consumo de tabaco y el alcohol, junto con una higiene bucodental que sea deficiente. 

Repercusiones de la edad en los dientes

Con el paso de los años, los dientes van envejeciendo produciéndose una serie de cambios en la parte estructural de este los cuales están relacionados. Estos cambios son resultado de la función que la cavidad oral realiza junto con los factores ambientales, como los hábitos que uno tiene de alimentación y la higiene bucodental. 

La forma de los dientes a medida que avanza la edad va variando, esta está afectada por el desgaste dental continuo, la atricción. Existe un desgaste que se llama fisiológico, la cual atricción es mínima y es resultado de una función masticatoria. En cambio, la atricción patológica es cuando el desgaste está aumentado, comparado con la atricción fisiológica, y además hay unos hábitos patológicos los cuales hacen que el desgaste se acentúe. 

Los hábitos patológicos, las parafunciones o el estrés de fuerza masticatoria puede hacer que las zonas más sensibles del diente, la parte del cuello del diente donde la cantidad de esmalte es mínima, se produzca una abfracción, la eliminación de tejido dental en la zona de los cuellos dentarios. También se sabe que una alimentación ácida o ciertas patologías como la bulimia, los vómitos continuados, producen un desgaste en la cara interna de los dientes por sustancias con un bajo pH, esta patología se llama erosión. Finalmente, una mala técnica de cepillado o un mal hábito con sustancias extrínsecas a la boca favorece la abrasión de los dientes. 

Con el paso de los años, los dientes se van esclerosando, es decir la cavidad pulpar disminuye esto hace que se tenga menos sensibilidad dental por lo que en algunas ocasiones se puede disminuir la cantidad de anestésico. Además, la coloración de los dientes cambia a un color más oscuro por este efecto. Junto con la presencia de tinciones puede favorecer la visualización de unos dientes más oscuros.

Los dientes tienen tendencia a la deriva mesial, es decir a moverse hacia la línea media del cuerpo. Este fenómeno fisiológico hace que puede aparecer en muchos pacientes un apiñamiento dental, sobretodo en la zona inferior y anterior. Esta maloclusión anterior hace que pueda existir más acúmulo de placa y cálculo, favoreciendo también la retención de pigmentos extrínsecos y la aparición de tinciones. 

Las enfermedades más prevalentes en la cavidad oral son las caries y la periodontitis. Estas enfermedades hacen que exista unos focos infecciosos orales y pueda existir un mal aliento o halitosis. 

La periodontitis es una enfermedad con gran importancia a nivel estético ya que en esta hay una pérdida del soporte de los dientes. Observándose los dientes más largos a lo habitual e incluso pudiendo verse uno triángulos negros entre estos, teniendo una repercusión estética sobretodo si afecta en la zona anterior de la boca.

Actualmente, la odontología dispone de varias técnicas y procedimientos para poder mejorar la función y la estética del paciente perdida por la edad. Para poder ofrecer la mejor terapia, es de gran importancia individualizar los casos y realizar una historia clínica completa para poder detectar cualquier anomalía o patología a incidir. Junto esto estudiar adecuadamente el caso mediante una exploración extraoral e intraoral y la toma de pruebas complementarias para poder diagnosticar y tratar adecuadamente el caso, como las radiografías. 

REFERENCIAS

  • Okeson, JP. Management of Temporomandibular Disorders and Occlusion. Misouri: Elsiever. 2013.
  • Okeson JP. Orofacial Pain: Guidelines for assessment, diagnosis and management. Chicago. Quintessence Co. 1996.
  • Carranza’s Clinical Periodontology. Newman, Takei, Kllokkevold, Carranza. Ed. Elsevier, 10th Edition.