Las reacciones de hipersensibilidad o alérgicas en la consulta odontológica pueden deberse a alergia al anestésico local propiamente dicho, o a alguno de sus componentes, o incluso hoy en día, y cada vez es mas frecuente y debe tenerse en cuenta, a algún material utilizado, sobre todo a materiales que llevan látex.
¿En qué consiste el shock anafiláctico?
Se entiende por anafilaxia o shock anafiláctico una reacción sistémica grave de hipersensibilidad inmediata frente a un agente, que producirá la liberación al torrente circulatorio de sustancias biológicas mediadoras, que actuaran sobre órganos diana (sistema cutáneo. mucoso, sistema circulatorio, sistema respiratorio, sistema digestivo), produciendo la sintomatología.
El 92% o el 97% se producen en los primeros minutos tras la administración del agente, siendo poco recuentes las manifestaciones semiretardadas (horas) o retardadas (días).
Las reacciones pueden ser menos graves (presentan taquicardia, hipotensión y lesiones cutáneas) o graves (aparición casi inmediata de situación de shock anafiláctico, que puede conducir a un paro cardiorrespiratorio). Los síntomas aparecerán en los lugares en donde hay un mayor número de mastocitos: piel y mucosas, corazón, pulmones y tracto gastrointestinal.
¿Cómo actuar ante un shock anafiláctico?
Ante la sospecha de una reacción alérgica, se debe solicitar un estudio completo del paciente al alergólogo. Se debe enviar un informe escrito con el/los fármacos administrados, dosis, vía de administración, etc., así como los signos y síntomas que ha padecido el paciente.
Es primordial que el paciente esté tranquilo, se tiene que informar al paciente de lo que le está sucediendo, explicarle que la reacción se va a resolver de una forma más rápida y eficaz, y advertir al paciente de los efectos colaterales como consecuencia de la medicación que se le va a administrar (taquicardia, temblor, somnolencia, entre otros).
Ante un shock anafiláctico siempre se administrará Adrenalina subcutánea, en cuanto se sospeche un cuadro de anafilaxia (salvo contraindicaciones).
La alergia al látex cada día es más frecuente, representando actualmente entre un 12% y un 16% de todas las reacciones alérgicas perioperatorias. La identificación de estos pacientes vendrá determinada en primera estancia por la realización de una historia clínica orientada a la identificación de esta patología, en los pacientes que se sospeche puedan ser del grupo de riesgo. Una vez identificados estos pacientes, hay que crear un espacio clínico sin la presencia de látex: guantes sin látex, material de instrumentación y obturación donde se compruebe que no existe este material (en caso de duda hay que utilizar otro material alternativo y preguntar al fabricante sobre su composición).
El tratamiento de estos pacientes debería programarse a primera hora de la mañana, con una limpieza previa y exhaustiva de toda la aparatología que pudiera estar en contacto con este producto, y la esterilización del instrumental que se vaya a utilizar en el paciente alérgico separado del resto. Si se produce un episodio alérgico agudo, hay que disponer de todos los dispositivos para tratarlo con materiales sin látex; si el caso lo requiere, hay que proceder al traslado a un centro hospitalario.