Succión digital, ¿cuál es su tratamiento?

La succión digital es un mal hábito que desarrollan algunos niños que succionan su dedo pulgar, haciendo que la parte digital de dedo contacte con el paladar y con el tiempo deforme el paladar, dando lugar a una mala mordida, dientes separados y paladar profundo.

El recién nacido realiza una succión digital instintiva que garantiza su supervivencia y que le permite nutrirse y tener una sensación de bienestar y seguridad, ya que le sirve de intercambio con el mundo exterior.

La succión prenatal y neonatal nutricional es fisiológica y permite al bebé alimentarse de su madre. Se trata de una respuesta innata ante un estímulo en la región oral. El reflejo de succión es normal hasta los tres años de edad, ya que cuando aparecen los primeros dientes temporales o de leche, significa que la masticación entra en acción y desaparece esta necesidad de succión.

Hábito de succión digital

El hábito oral más común es la succión digital, ya sea de uno o más dedos, o únicamente del pulgar. Las consecuencias de este hábito principalmente son una mordida abierta anterior y distalización de la mandíbula (desplazamiento hacia posterior), provocada por la presión que ejerce la mano y el brazo.

La mordida abierta anterior hace referencia a la separación y ausencia de contacto entre los dientes anteriores superiores e inferiores, debido a la constante colocación del dedo entre ambos maxilares.

Hay autores que consideran la lactancia con biberón como posible causante del hábito de succión del dedo. Esto es debido a que suele ser más breve y el niño no tiene que realizar mucho esfuerzo físico, hecho que impide su cansancio y que no agote todo su instinto natural de succión.

La succión digital la podemos observar en el niño en momentos de depresión, aburrimiento o de cansancio, ya que genera tranquilidad e induce al sueño. También se valora el estrés como causa de este hábito.

Las consecuencias en la cavidad oral de este hábito vienen dadas por la posición baja de la lengua que deja de ejercer presión sobre el paladar, la hiperactividad de los músculos buccinadores que comprimen el paladar, la presión pasiva del dedo sobre las arcadas dentarias y la fuerza que ejerce el dedo contra el paladar.

Efectos bucales del hábito de succión digital

  • Las arcadas dentarias se estrechan, con más intensidad en el sector anterior.
  • La estabilidad del hueso alveolar está perjudicada.
  • Los dientes anteriores superiores se vestibularizan, es decir, adquieren una posición inclinada hacia adelante.
  • Presencia de diastemas, es decir, espacios entre los dientes.
  • Mordida abierta anterior provocada por la colocación del dedo pulgar entre las dos arcadas.
  • Paladar más estrecho y hundido, provocado por la presión del dedo sobre los dientes.
  • Durante la deglución la lengua se coloca hacia delante para poder sellar el espacio anterior, hábito conocido como deglución atípica.
  • Los incisivos inferiores están lingualizados (inclinados hacia el interior).
  • Incompetencia labial, es decir, no hay contacto entre el labio superior e inferior.
  • Problemas de lenguaje.
  • Deformación de los dedos.
  • Mayor riesgo de alteraciones gastrointestinales, de infecciones etc.

Tratamiento del hábito de succión digital

Corregir el hábito de succión del dedo en el niño es una tarea que conlleva mucha paciencia y esfuerzo por parte de los padres y los especialistas. Es importante destacar que no se ayuda al niño a base de palabras fuertes, castigos o regaños, se puede lograr la eliminación del hábito mediante un refuerzo conductual positivo.

En nuestra clínica dental Estudio Dental Barcelona, la doctora especialista odontopediatra, realiza una primera vistita y exploración del paciente para realizar un buen diagnóstico.

En general, se suele indicar la colocación de una placa de Hawley que impide el contacto del dedo con el paladar, de manera que el niño elimina su hábito de forma gradual al no obtener el placer de succión. Siempre se intenta explicar al niño el aparato que lleva y la función que tiene para que él también tome consciencia de su problema y colabore con poner fin a este hábito.

Asimismo, es muy probable que posteriormente el niño necesite llevar ortodoncia para corregir las malposiciones que se han podido producir como consecuencia de este hábito.