Los terceros molares o cordales son los dientes que con más frecuencia se encuentran retenidos. Se trata de los últimos en salir y en ocupar su posición en la boca. La edad aproximada de erupción se estima sobre los 18 y 25 años. Existen 4 en total: dos en cada lado del maxilar superior y dos en la mandíbula.
Estos dientes pueden clasificarse en función a varias relaciones a partir de las cuales se puede establecer un diagnóstico y un plan de tratamiento adecuados.
La clasificación de Pell & Gregory se basa en dos subclasificaciones y en la de Winter.
- Según la relación del cordal con respeto a la rama ascendente de la mandíbula y el segundo molar, se clasifican en: clase I (existe suficiente espacio para albergar todo el diámetro mesiodistal de la corona del tercer molar), clase II (el espacio es menor que el diámetro mesiodistal) y clase III (todo o casi todo el tercer molar está dentro de la rama de la mandíbula).
- Según la profundidad relativa del tercer molar en el hueso se clasifica en tres posiciones: posición A (el punto más alto del cordal está al nivel o por arriba de la superficie oclusal del segundo molar), posición B (el punto más alto está por debajo de la línea oclusal pero por arriba de la línea cervical del segundo molar) y posición C (el punto más alto está por debajo de la línea cervical del segundo molar).
- Clasificación de Winter. Valora la posición del tercer molar en relación con el eje longitudinal del segundo molar. De modo que este puede estar en posición llamadas: mesioangular o mesioversión, horizontal, vertical, distoangular o distoversión, invertido, vestibuloversión o linguoversión.
La retención de los terceros molares y de los dientes, en general, puede ser clasificada en retención primara o secundaria. La retención primaria es cuando no se identifica una barrera física o un desarrollo o posición anormal para explicar la interrupción de la erupción del germen, en cambio la retención secundaria es la detención de la erupción una vez que el diente aparece en la cavidad bucal y no es por una barrera física o una mala posición, muy frecuente en los dientes temporales.
¿Cuándo es necesario extraer los terceros molares retenidos?
Los terceros molares retenidos pueden permanecer asintomático toda la vida y sino producen todos los cuadros clínicos, que pueden clasificarse en infecciosas, tumorales, mecánicas, nerviosas y accidentes diversos.
No siempre es necesario extraerlas, si hay oclusión con el antagonista superior, están alineadas correctamente, no hay sintomatología, es decir no hay dolor, no hay ningún tipo de complicación y se puede acceder correctamente a la higiene oral, no es necesario realizar la extracción. Por lo que se generan un aporte valioso en la boca y la capacidad masticatoria aumenta.
Muchas veces, los terceros molares no salen en la posición idónea. Estos pueden dañas los dientes vecinos favoreciendo la aparición caries dental. Además, muchas veces cursan con sintomatología, como el dolor, lo que hace que la indicación sea las revisiones con controles periódicos o la extracción.
La valoración de la necesidad de tratamiento o no siempre tiene que ser diagnosticado mediante una exploración clínica junto con una exploración complementaria, como podría ser una radiografía panorámica.
En caso de realizar la extracción de las muelas del juicio, el especialista en cirugía será el indicado para proceder a su extracción.
Cada caso es particular y ningún caso es igual. Por lo que existen extracciones más sencillas de menos de una hora y otras más complejas, por la posición que los terceros molares han adoptado o las estructuras que tienen alrededor, que la intervención puede ser más larga.