Existen diferentes tipos de dentífricos desde los más simples para una correcta limpieza dental, pasando para la prevención de la caries, para evitar la formación de placa bacteriana y de sarro, para personas con gingivitis y periodontitis, para prevenir la enfermedad periodontal, con acción de blanqueamiento, para eliminar la sensibilidad dental y, por supuesto para el uso infantil. Incluso hay algunas pastas de dientes que reúnen varias de estas características.
Pastas Anti-caries: este tipo de pastas tienen cierto contenido de flúor en su fórmula y puede añadirse a cualquier tipo de pasta. Con el flúor fortalecemos los dientes disminuyendo el riesgo de sufrir caries dental, y remineralizamos los que han sido desgastados. Para que se consideren efectivas estas pastas deben tener al menos 1000 ppm (partes por millón). En los dentífricos para niños suelen tener 500 ppm y normalmente tienen sabores de fruta, chicle, frambuesa, etc.
Pasta blanqueadora: las pastas para blanquear los dientes no los blanquean, sino que utilizan materiales abrasivos o químicos para eliminar las manchas superficiales recientes. Los más frecuentemente usados la sílice, óxido de aluminio, carbonato de calcio y fosfatos de calcio, el bicarbonato de sodio también puede actuar como un abrasivo leve.
Pasta anti-sarro:Sus ingredientes activos comúnmente son Pirofosfato o Citrato de Zinc, esta pasta dental no consigue eliminar la placa una vez se ha endurecido, pero sí que previene su acumulación y ralentiza su transformación en sarro, ya que bloquean los sitios receptores de las sales, responsables de ese proceso
Pasta Anti-Placa:Los ingredientes característicos de este tipo de dentífrico son el Triclosan o el Citrato de Zinc. Este tipo de pasta dental inhibe la acumulación de placa bacteriana y reduce los efectos tóxicos de la toxina bacteriana que rodea el tejido dental, minimizando el riesgo de padecer caries y enfermedades periodontales.
Pasta desensibilizadora: la sensibilidad dental suele ser el resultado de una debilitación del esmalte o de la exposición de las raíces por culpa de la recesión gingival, también se relaciona con problemas como alguna fractura dentaria, nuevas caries, recurrencias de las mismas o bruxismo. Este tipo de pasta ayuda a crear una barrera que bloquea los agentes irritantes para que no alcancen los nervios.Primero bloquean la respuesta neuronal al dolor y segundo obstruyen el paso de dentina. Para tratar la hipersensibilidad las pastas pueden incluir nitrato de potasio, citrato de potasio y/o cloruro de estroncio. Para el uso de este tipo de pastas dentales es necesaria la supervisión de un odontólogo.
Pasta para enfermedades periodontales: estas pastas dentales ayudan a controlar la placa dental y previenen la infección de los tejidos.Este tipo de dentífricos deben ser prescritos por el odontólogo. Se utilizan ante la existencia de gingivitis o periodontitis (inflamación y sangrado de encías), por su acción antiinflamatoria y bactericida. Los componentes más comunes son la clorhexidina y el triclosán también hay que utilizan la hexitidina.
Pastas para niños: Contienen flúor para proteger los dientes de la caries dental y son de sabores, como fresa o naranja.Estas pastas están diseñadas para adecuarse a las necesidades específicas de los niños pequeños.
Además de utilizar la pasta dentífrica que sea más adecuada para ti, es importante tener una buena técnica de cepillado para poder llegar a limpiar todas las caras de los dientes. Para tener una buena técnica de cepillado debes colocar las cerdas sobre la encía en un ángulo de 45º y que las cerdas estén en contacto con los dientes y las encías y cepillarlos. Debes cepillar todas las superficies dentales suavemente utilizando movimientos rotatorios durante dos o tres minutos. Debes cepillarte los dientes 3 veces al día, sin olvidarte de cepillarte la lengua.