Los resultados obtenidos una vez finalizado el tratamiento con ortodoncia pueden variar ya que son inestables al largo del tiempo y la tendencia natural de los dientes es volver a la posición original de ellos. Por lo que es importante utilizar algún tipo de aparatología para poder mantener los efectos obtenidos, una vez finalizado el tratamiento. Estos aparatos son llamados retenedores dentales, y constituye una de las fases más importantes del tratamiento.
Al tratarse de un proceso biológico para que se asienten los dientes, obliga a llevar la retención alrededor de un año una vez retirada la aparatología activa (como pueden ser los brackets, Invisalign, entre otros). Sin embargo, el tiempo exacto varia de en cada situación y del caso concreto.
Los retenedores dentales son aparatos pasivos hechos a medida que no realizan ningún movimiento dental, sino que su principal función es mantener la posición final obtenida con la ortodoncia, impidiendo de esta forma que los dientes se muevan. Aunque en ocasiones se pueden utilizar los aparatos activos para realizar pequeños movimientos o para cerrar pequeños espacios.
¿Qué tipos de retenedores dentales se utilizan?
Existen varios tipos de retenedores en ortodoncia pero estos se clasifican principalmente en dos grandes grupos:
- Los retenedores fijos, que quedan adheridos al diente.
- Los retenedores removibles, que se pueden quitar y volver a poner.
La retenedores fijos se hace y coloca después de la ortodoncia en la mayoría de los casos. Este tipo de retención consiste en la colocación un alambre metálico muy fino que va cementado sobre las caras linguales y palatinas (las cara de dentro) de los incisivos y caninos tanto superiores como inferiores. De este modo se conserva la posición final conseguida después del tratamiento ortodóntico.
Los retenedores removibles son utilizados para mantener la posición final obtenida con la ortodoncia y normalmente se complementan con los retenedores fijos. Los retenedores removibles más utilizados en ortodoncia son:
- Esix. Este tipo de retenedor es de un material transparente (policarbonato) que se adapta a toda la superficie de los dientes de la arcada. Al ser transparente hace que sea el más cómodo de utilizar y el más estético.
- Retenedor de Hawley. Consiste en un retenedor metálico hecho de acrílico y alambre de metal, el cual se adapta en los molares y en la cara vestibular (la cara de fuera) de los incisivos y caninos.
Es muy importante tener en cuenta la higiene de esta aparatología. Con los retenedores fijos la higiene debe ser más minuciosa ya que hay cementado un alambre. Para poder higienizar bien la zona se realiza mediante el cepillado habitual y con ayuda de cepillos interproximales, hilo de seda con enhebradores o un hilo especial llamado SuperFloss, se consigue la higiene de los espacios interproximales.