El tipo de conexión del implante es la parte de unión del pilar con el implante, esta puede ser de conexión externa o interna. La diferencia entre ambas conexiones es la presencia o ausencia de una figura geométrica que se extiende sobre la superficie de la corona del implante.
Desde que empezó a utilizarse la técnica de la osteointegración hasta ahora, la conexión externa es la más utilizada, utilizándose desde hace más de 40 años. Conexión externa significa que el pilar se conecta con el implante externamente a través de un tornillo. El problema que presentan este tipo de implantes de conexión externa es que en algunas ocasiones el tornillo se puede llegar a aflojar debido a las fuerzas oclusales que surgen durante la masticación o el apretamiento dental, los implantes de conexión externa podrían llegar a deformarse o romperse. En el caso que sucediera el implante debería sustituirse por otro.
Pero desde que surgieron en 1969 de la mano de Branemark, se han ido modificando para mejorar sus características. Cuando surgieron, por ejemplo, el hexágono externo no fue planteado desde un primer momento para resistir las fuerzas dirigidas sobre las coronas y sus limitadas medidas en longitud y altura, si no que sometían al implante un comportamiento mecánico desfavorable, lo que provocaba un gap en la interfase de la unión junto que provocaba que se desatornillase la estructura. Para solucionar estos problemas, se han ido mejorando y se han ido aportando más soluciones, entre ellas; mejorar el diseño del tornillo, aumentar las dimensiones del hexágono y plataforma protésica, introducir una conicidad en la interfase, precisar el ajuste sobre el hexágono, medir exactamente la cantidad de torque que se utiliza para fijar los tornillos. Las metas de los nuevos diseños consisten en optimizar la estabilidad de la conexión de los implantes, además de simplificar el material necesario para completar la restauración del implante por parte del dentista.
Pero no todo son desventajas, una de sus ventajas es el precio, estos suelen ser más económicos, además, los implantes de conexión externa están diseñados para ser utilizados con una conexión universal. De la plataforma del implante emerge una zona hexagonal que tiene la función de permitir la aplicación del torque para la inserción del implante en el alvéolo y formar el sistema para la retención antirrotacional de la prótesis.
Este tipo de conexión es apropiada en casos de divergencia entre implantes, ya que facilita su rehabilitación. Así mismo, las múltiples propiedades del titanio puro, unidas a su plataforma hexagonal, otorgan una gran resistencia y antirrotación al conectar los aditamentos protéticos. Éstos aditamentos poseen una única plataforma de diámetro 4mm. que nos permite la rehabilitación de todos los diámetros de implantes.
Otra de las opciones son los implantes de conexión interna, estos surgieron para solventar los problemas citados, buscando así una mayor estabilidad, mejor sellado bacteriano y menor gap. Existen diferentes tipos de conexiones internas; desde hexágonos, triangulares, octágonos; entre otros, además de tener la opción de diferentes pilares y con distintas angulaciones. Una de las mayores ventajas de esta conexión es la transmisión de fuerzas directamente del pilar hacia el hexágono interno y área estabilizadora. Esto es debido a que el tornillo que mantiene el pilar fijo al implante está sujeto a menor estrés horizontal.
Elegir entre un tipo de conexión u otro dependerá de cada caso en particular y de las diferentes características de la marca que se vaya a utilizar. Está decisión siempre debe ser tomada por el implantólogo o el odontólogo que lleve a cabo el tratamiento de los implantes dentales, ya que ellos pueden garantizar la viabilidad y el éxito del tratamiento.