La pericoronaritis se puede definir como una complicación infecciosa que podría producirse en el tercer molar (muela del juicio) y que afecta a los tejidos blandos que rodean el diente cuando se encuentra en proceso de erupción (salir en boca).
Esta enfermedad es producida por el crecimiento bacteriano activo en un medio ideal, que es el espacio de tejido blando que cubre la corona de la muela del juicio cuando esta erupcionando. Debajo de la mucosa que rodea el diente, existe un espacio donde hay humedad, tibieza, protección, alimentos y oscuridad, con tal ambiente el crecimiento bacteriano florece y se produce la infección.
La pericoronaritis no tiene relación de frecuencia o aumento con ninguno de los dos sexos, por lo que aparece por igual tanto en hombres como en mujeres, afectando también a pacientes de cualquier edad, aunque en este caso es más frecuente entre los 16 y los 30, especialmente de 20 a 30 años.
Los microrganismos que pueden llegar a causar este problema pueden ser distintos, aunque los que aparecen con mayor frecuencia son los estreptococos, estafilococos y espiroquetas, todos habitantes de la cavidad bucal.
Complicaciones de la pericoronaritis
Algunas de las manifestaciones más comunes de esta enfermedad son:
- Se presenta la mayoría de las veces en la infancia, la niñez y en los comienzos de la edad adulta, de 20 a 30 años de edad y más frecuente en zona de terceros molares inferiores (muelas del juicio inferiores).
- Un fuerte dolor.
- Mal olor del aliento.
- La inflamación se extiende a la encía.
- Amigdalitis y formación de absceso peritonsilar o faríngeo.
- Puede observarse presencia de pus.
- Dificultad a la masticación.
- Escalofrío, hipertermia o fiebre.
La pericoronaritis crónica puede traer consigo varios problemas a la larga como podrían ser: la patología periodontal (gingivitis), alteraciones del segundo molar, mal olor del aliento, alteraciones digestivas, astenia, hiperplasia amigdalina, faringitis y amigdalitis.
Tratamiento de la pericoronaritis
Si la pericoronaritis se limita al a la zona del diente, se pueden realizar enjuagues con agua tibia con sal. También es recomendable acudir al dentista para asegurarse de que no existen restos comida atrapados bajo esta inflamación.
Si el diente y la mandíbula o la mejilla están hinchadas y dolorosas, se debe acudir al dentista de inmediato para tratar la infección con antibióticos (generalmente penicilina o derivados en caso de ser alérgico). También se recomienda la toma de analgésicos como la aspirina o antiinflamatorios como el ibuprofeno.
Si el dolor y la inflamación son graves, o si el cuadro se repite, será necesaria la cirugía oral para la extracción de la muela del juicio infectada.