Los defectos orofaciales de cierre se pueden clasificar en los que afectan al paladar blando y duro, llamados paladas hendido aislado, y aquellos que afectan al paladar primario y que están acompañados de defectos en el cierre del labio, estos últimos pueden acompañarse de paladar hendido o no. Esta diferencia es de gran importancia ya que se apoya sobra unas bases de la embriología.
Estos defectos mencionados son producidos por una patología durante la embriogénesis, la formación del embrión, de modo que se produce una incompleta o imperfecta soldadura del procedo maxilar con el mamelón nasal, dando lugar a un labio leporino, o pudiendo ser una soldadura defectuosa de las crestas palatales entre si.
De modo que el proceso de desarrollo de la cavidad oral es complejo y sensible a que se produzcan problemas en diferentes puntos del mismo que pueden conducir a la aparición de defectos de cierre.
¿Qué es el labio leporino?
El labio leporino es una deformación congénita que aparece durante la fase de gestación en la que el labio superior no se forma completamente. Se crea una abertura en el labio superior, que puede ir desde el labio hasta la nariz y el tamaño de esta puede variar.
Esta deformación congénita se origina por la falta de fusión o fusión incompleta de los procesos maxilares y naso medial del embrión y produce un problema estético, fundamentalmente.
El labio leporino se puede clasificar en: labio leporino unilateral o labio leporino bilateral. El labio leporino unilateral puede ser incompleto (hendidura en un lado del labio que no se extiende hasta la nariz) o completo (hendidura en un lado del labio que se extiende hasta la nariz). En el labio leporino bilateral, la hendidura compromete ambos lados del labio y que se extiende y compromete la nariz.
La prevalencia del labio leporino es de aproximadamente un 0,1% de los casos. Esta deformación unilateral tiene una prevalencia de un 75%, siendo el lado izquierdo el más frecuente (en proporción 3:2).
¿Cuál es el tratamiento del labio leporino?
El labio leporino se puede diagnosticar durante el embarazo mediante una ecografía de embarazo que se realiza de forma rutinaria y también puede diagnosticarse una vez el nacimiento del bebé.
El tratamiento de esta anomalía debe ser muy precoz, tras el nacimiento en los primeros meses de vida, siendo recomendado realizarlo antes de los 12 primeros meses.
La cirugía es la mejor opción terapéutica para solucionar el labio leporino. Es posible que después de la intervención quirúrgica, el niño deba someterse a otra cirugía en un futuro para mejorar la estética, sobre todo cuando los defectos son mayores.
La cirugía del labio leporino unilateral se realiza mediante la técnica de rotación y avance de Millard II, la técnica de colgajos triangulares de Tennison Randall y la quellorrinoplastia funcional de Delaire. En cambio, en la cirugía del labio leporino bilateral se basa en el cierre en línea recta de Veau y gracias a la técnica de rotación y avance de Millard.