En ocasiones, los huesos maxilares y mandibulares están alterados y existe una relación anómala entre ellos, en que uno de los dos o ambos están alterados.
El retrognatismo hace referencia a una alteración existente en la mandíbula en que está tiene una posición retrasada respecto la normal. Es decir, la mandíbula está tirada hacia atrás. Esta anomalía tiene origen en el hueso ya que existe una falta de crecimiento del hueso mandibular y es común encontrar también que hay una hipoplasia de esta, es decir que tiene un tamaño inferior a lo normal.
La alteración ósea del retrognatismo mandibular hace que haya una discrepancia negativa entre ambos maxilares, el maxilar superior y el maxilar inferior o mandíbula. Por lo que existe una clase II esquelética entre ambos huesos, de modo que la mandíbula queda retrasada respecto al maxilar superior y los dientes no ocluyen de forma correcta.
Los pacientes con retrognatismo mandibular tienen un perfil convexo, con una mandíbula que se observa a simple vista retraída, tirada hacia atrás. La corrección de esta alteración hace que el perfil del paciente se corrija y también se le devuelva una estética más armónica y más agradable al paciente.
¿Cuáles son las causas del retrognatismo?
En la mayoría de casos el retrognatismo mandibular esta asociado a un factor genético de tipo hereditario, es decir que alguna persona dentro de la familia del paciente con dicho problema puede presentar está alteración ósea. Es por este motivo, la importancia de incidir en la historia clínica y en los antecedentes familiares ya sea por patologías sistémicas como por otras alteraciones como el retrognatismo mandibular.
Además, del factor genético hereditario pueden ser causas del retrognatismo mandibular otros factores pero con una frecuencia inferior. Los hábitos adquiridos durante la infancia como la costumbre de la succión digital.
En ocasiones, el retrognatismo no es un problema esquelético sino que puede ser una falta de proyección hacia delante del mentón o barbilla.
Los pacientes que padecen de retrognatismo tipo esquelético a veces pueden tener problemas en la articulación temporomandibular por la discrepancia y una falta de oclusión correcta. A veces, la falta de desarrollo mandibular puede ocasionar alteraciones en la parla, problemas de deglucón y dificultades respiratorias por una obstrucción de las vías aéreas superiores y producirse una apnea del sueño.
¿Cuál es el tratamiento del retrognatismo?
El retrognatismo mandibular puede ser tratado mediante una cirugía especial para los huesos maxilares llamada cirugía ortognática.
Si la alteración es por falta de proyección hacia delante del mentón en que no existe ningún problema esquelético ni dental entre la mandíbula y el maxilar, la cirugía indicada es la realización de la mentoplastia. Esta intervención quirúrgica consiste en una osteotomía del mentón y una posterior reposición de este. El mentón reposicionado es fijado mediante una placa minúscula de titanio. Gracias a esta técnica, se le devuelve al paciente un perfil más estético y se trata el problema.
La anomalía por causa esquelética puede realizarse de dos formas, dependiendo si hay discrepancia entre ambos maxilares o únicamente el problema es mandibular. Ambas formas tienen como objetivo devolver la armonía del perfil del paciente y que la oclusión sea adecuada para poder resolver los problemas funcionales de la mordida.
La primera solución terapéutica es la cirugía ortognática mandibular en que realiza la intervención quirúrgica únicamente en la mandíbula y se obtiene un avance mandibular. La otra forma de corregir esta alteración es la cirugía bimaxilar en que la discrepancia existente se por causa de ambos maxilares.
Siempre antes y después de realizar la cirugía ortognática por causa esquelética, es necesario acompañar dicha cirugía con tratamiento ortodóntico. El tratamiento que se realiza antes es llamado ortodoncia prequirúrgica y el que se continúa después de la cirugía, ortodoncia postquirúrgica.