Ante la presencia de algún diente roto se tiene que realizar una completa historia clínica, junto una exploración correcta y un adecuado diagnóstico.
Los dientes se llaman rotos ya que hay una alteración en el órgano dental. Los dientes rotos normalmente se producen por algún traumatismo, a partir del cual ha hecho que una parte del tejido dental se haya fracturado. Además, los dientes se pueden romper por el desgaste dental y la presión elevada que se realiza en el bruxismo. Un diente endodonciado es más susceptible a romperse ya que al no tener la pulpa dental, el propio órgano está deshidratado y el riesgo a fractura es mucho mayor.
Los dientes rotos pueden ser que estén agrietados o fisurados, en toda su parte del órgano (tanto en corona como en raíz dental) pero sin separación del tejido. Otra posibilidad es que exista una lesión cuspídea, por un grieta que llega a fracturarla. Otra posibilidad es un diente partido con separación del fragmento.
¿Qué hacer ante los dientes rotos?
Dependiendo de la zona donde se haya producido la lesión y la causa de la lesión el tratamiento varía en función de esto. De modo que, el tratamiento depende del tipo de ruptura y del pronóstico del órgano dental.
La secuencia de tratamiento siempre es la siguiente: primero intentar solucionar el problema con una restauración, después si esta fracasa, con una carilla dental (en zona estética anterior) y la última opción siempre es la corona dental.
El tratamiento de elección es el pulido de los bordes del esmalte (para eliminar la rugosidad) en caso que la ruptura sea mínima. Si estructura dental afectada está en dientes de la zona anterior, el tratamiento de elección es una reconstrucción estética con resinas compuestas o mediante una restauración protésica con carillas dentales, mejorando de esta forma la estética.
Si afecta la ruptura al tercio medio o coronal radicular, se restaura el fragmento restante. Si llega a la zona apical, puede que la opción terapéutica más indicada es la hemisección dental o la extracción del diente. A veces es necesario realizar una extrusión dental (de forma quirúrgica u ortodóntica) para poder restaurar el diente, con una incrustación dental o una corona protésica.
Es de gran importancia realizar un correcto diagnóstico, para saber de forma adecuada el motivo del diente roto y poder ofrecer las mejores opciones terapéuticas para que el éxito sea el máximo.